

La digitalización y la aplicación de las nuevas tecnologías es un reto para la mayor parte de pequeñas empresas que componen el tejido cultural de Castilla y León. Más aun en sectores específicos y muy basados en la tradición como el del libro. Dedicar financiación a la formación en nuevas tecnologías a veces resulta realmente complicado para sus profesionales pero desde la Fundación Germán Sánchez Ruipérez han creado una solución para acelerar la digitalización de nuestra industria del libro. Se llama Parix y es una escuela de formación online gratuita con títulos oficiales de la UEMC para los profesionales del sector y para todo aquel universitario que desee orientar su carrera profesional hacia el mundo del libro. Edición, difusión en redes sociales, captación de clientes, gestión económica o creación de contenidos en audio para el mundo editorial son las temáticas de algunos de los veinte cursos que actualmente ofrece la plataforma. Un proyecto exitoso, que está teniendo una excelente acogida en el sector, y del que conocemos más detalles charlando con Luis González, director general de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez.
Castilla y León Importa. Parix es una plataforma formativa gratuita para impulsar el sector del libro. ¿Se está quedando atrás este sector cultural en temas de digitalización?
Luis González. No creo que eso sea así si lo comparamos con la mayoría de los sectores industriales. Aunque sí es cierto que el impulso es imprescindible para las pequeñas y medianas empresas -que son mayoría- y para impulsar las carreras de los profesionales del libro.
CyL Importa. ¿Qué barreras existen en el sector del libro para que la digitalización deba impulsarse con iniciativas como esta?
LG. Por una parte, toda industria de contenidos creativos se enfrenta a mayores desafíos por la digitalización, debido a la naturaleza intrínseca de su propuesta de valor. Ya he aludido antes al tamaño medio de las empresas, que no es suficiente como para que asuman individualmente el desafío de la formación y retención de talento. Y por otra parte, los márgenes de esta industria no facilitan la inversión en innovación.
CyL Importa. ¿Qué ofrece Parix al usuario que decida formar parte de esta plataforma formativa?
LG. Encontrará veinte propuestas, que dentro de poco llegarán a ser treinta, de formación muy práctica sobre competencias que realmente necesita hoy para impulsar su profesionalidad. Puede aprender en línea con una gran flexibilidad y adaptar el proceso a su vida personal y laboral, además de poder integrarlo con experiencias presenciales. Recibirá formación a cargo de alguna de las personas más prestigiosas en el panorama internacional. Y obtenendrá todo esto de un modo gratuito y con título oficial.
CyL Importa. ¿Qué requisitos hay que tener para para poder formarse con Parix?
LG. Tener la nacionalidad española o la residencia legal. Trabajar en el sector del libro o declarar la intención de incorporarse al mismo (en este segundo caso, será necesario disponer de un grado universitario).
Hemos aprendido en estos nueve meses es que la escuela PARIX va a ser un éxito y que lo va a ser por la forma en la que se han superado nuestras previsiones de inscripciones y porque las asociaciones del sector del libro se han implicado a la hora de definir qué cursos debe haber, con lo cual el catálogo es atractivo y práctico.
CyL Importa. Llama mucho la atención que una formación de calidad y con respaldo de una universidad sea completamente gratuita, ¿por qué optaron por esta fórmula? ¿Es el precio de la formación una barrera en sectores culturales?
LG. Efectivamente, se trata de un sector con unos márgenes comerciales más ajustados que los de la mayoría de industrias y el coste es una barrera más alta. Esta es la razón de ser de la fórmula, que ha sido definida por el Consejo de Ministros y otorgada por el Ministerio de Cultura y Deporte, como parte del Plan de Recuperación, la estrategia española para canalizar los fondos europeos NextGeneration.
CyL Importa. ¿Qué respuesta está teniendo en el sector del libro?
LG. Maravillosa. Una primera cosa que hemos aprendido en estos nueve meses es que la escuela PARIX va a ser un éxito y que lo va a ser por la forma en la que se han superado nuestras previsiones de inscripciones y porque las asociaciones del sector del libro se han implicado a la hora de definir qué cursos debe haber, con lo cual el catálogo es atractivo y práctico. Además de eso, el propio sector es el que nos ha ayudado a identificar a los expertos para la impartición de los cursos.
CyL Importa. También invita a formarse a personas que no hayan trabajado hasta ahora en el sector del libro pero que puedan verlo como una nueva experiencia profesional. ¿Está habiendo interés por formar parte de esta industria cultural?
LG. Hay mucho interés porque hay numerosas personas jóvenes que quieren dedicarse profesionalmente a la creación literaria, edición, librería u otros ámbitos de la cadena de valor.
CyL Importa. ¿Falta profesionalización en la difusión y comercialización del sector del libro en Castilla y León?
LG. En términos generales, la situación en Castilla y León es similar a la del resto del territorio nacional. No obstante, seguimos observando que es una región con índices de lectura, nivel educativo e interés por el libro superiores a la media nacional y esperamos que eso fortalezca el sustrato para un sector saludable.
CyL Importa. Parix entrega títulos de posgrado de la UEMC al terminar los cursos. ¿Por qué consideraron importante destinar esta formación a universitarios y que el resultado sea un título universitario?
LG. En primer lugar, porque el rigor de la UEMC nos ayuda no transigir con demandas que desde un entorno profesional e industrial pudieran llegar y que implicaran una modificación de los requisitos de calidad y de estandarización. Y en segundo lugar, porque llevamos colaborando con esta universidad desde hace tiempo y los esquemas de trabajo nos ayudan a organizar un catálogo a partir de un proceso de producción, ejecución y evaluación que es muy útil para el alumnado.
Suele pensarse en Sillicon Valley más que en el hecho real de que la revolución de estas décadas implica dotar de capacidades a personas y organizaciones en cualquier lugar del mundo. Esta oportunidad es la que debemos aprovechar en regiones que, como Castilla y León, cuentan con una alta cualificación entre sus ciudadanos.
CyL Importa. ¿En qué momento consideran que está la digitalización de la cultura en Castilla y León?
LG. Una de las principales características de la digitalización es su elevado grado de granularidad y distribución. Quiero decir que suele pensarse en Sillicon Valley más que en el hecho real de que la revolución de estas décadas implica dotar de capacidades a personas y organizaciones en cualquier lugar del mundo. Esta oportunidad es la que debemos aprovechar en regiones que, como Castilla y León, cuentan con una alta cualificación entre sus ciudadanos. Las empresas culturales de la región pueden avanzar aún más en la integración de lo digital.
CyL Importa. ¿Y la innovación cultural? Porque está muy relacionada además de con la creatividad con saber aprovechar las posibilidades de las nuevas tecnologías.
LG. Entiendo como innovación cultural algo más elevado y potente que el término “digitalización”, por ser esta un medio para impulsar la innovación. Los que trabajamos en el terreno internacional de la innovación en el campo cultural estamos percibiendo que lo digital es un motor impresionante de la creatividad humana.
CyL Importa. Por último a nivel de curiosidad porque es interesante. ¿Por qué se eligió el nombre de Parix para la plataforma?
LG. Todos estos programas con financiación europea deben formularse como unas siglas, que en este caso corresponden a “Programa de formación de los Agentes de la cadena del libro para la Recuperación y transformación a través de la Innovación y la eXcelencia profesional”. Pero lo cierto es que en este caso partimos primero del homenaje a Juan Parix, el impresor del primer libro producido en España en 1472, ni más ni menos que en la ciudad de Segovia, para luego llegar a las siglas (incluyendo el desafío de la “x”). Así quisimos subrayar la relación entre la innovación y las artes tradicionales para hacer bien un libro, así como la necesidad de insertar lo digital con las competencias de los profesionales del sector del libro.
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